Libro Institucional de la historia de BIMBO
A don LORENZO SERVITJE SENDRA lo conocí cuando BIMBO nos otorgó el patrocinio para transmitir por televisión El Mensaje de la Estrella, primer largometraje en multimedia que se produce en el mundo y que ya habíamos estrenado en el cine Manacar...
Después, me invitó a colaborar con él en el primer Consejo de Administración del IMDOSOC (Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana), y también en un proyecto que él había acariciado durante varios años: escribir el libro de la historia de BIMBO... libro que ha servido de base para posteriores versiones que han hecho otros autores y autoras.
Quiero compartir una anécdota memorable que habla de la estatura humana y profesional de don Lorenzo, quien habiéndome contratado, en 1984, para escribir un libro institucional, no obstante me permitió dejar constancia de mi opinión divergente respecto a ciertos manejos de las promociones de BIMBO. Pudiendo haber censurado esta parte, no obstante asumió con gran valor mi libertad de expresión, a pesar de la dura e incomprensiva crítica que recibió internamente por habérmelo permitido. Dos años más tarde, entre 1986 y 1987, Lorenzo sería Presidente del Consejo Nacional de la Publicidad.
A lo largo de varios años compartimos anhelos, proyectos e interesantes puntos de vista -en algunas ocasiones convergiendo y en otras divergiendo -, entre otras cosas de política, de doctrina social cristiana y de ética publicitaria y comunicacional. Transcribo el fragmento "incómodo" de mi libro “BIMBO: Historia de una Empresa Mexicana”:
Y después de ello, la USEM (Unión Social de Empresarios de México), miembro de la UNIAPAC (Union Internationale des Associations Patronales Catholiques), a través del Lic. Luis Alfonso Villaseñor, entonces presidente de esta organización, me encargó el libro sobre los cuatro empresarios con sentido social cristiano que habían recibido el Premio Anual USEM: Lorenzo Servitje Sendra de GRUPO BIMBO, Salvador Villaseñor Zepeda de GRUPO CORVI, Andrés Marcelo Sada de GRUPO CYDSA y Rafael Rangel López de SELMEC.